C.G.R. no es la última víctima de acoso laboral pero si es una de las que más recientemente se ha visto apoyada no sólo por los que conocen su caso de cerca; también está de su parte el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
Según la sentencia, tras el mobbing podía haber una enemistad manifiesta entre el sindicado CCOO (al que el trabajador acosado estaba afiliado) y el consistorio municipal de Lebrija que le tenía contratado desde 2003.
Bochornoso: una vez más las revanchas o posibles deudas se intentan zanjar con el más débil.
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