Tiritando: una historia de acoso laboral

noviembre 12, 2009

El mobbing dejará de ser “putear” para llamarse delito.

Filed under: Acoso laboral — by Tudi Martín @ 11:50 pm

El Consejo de Ministros tiene previsto aprobar mañana viernes la tramitación parlamentaria de la última reforma del Código Penal.justicia

En este texto se regulaba por primera vez la responsabilidad penal de las personas jurídicas o la consideración de conductas punibles en los delitos de torturas y contra la integridad moral, y se introduce la conducta de acoso laboral que humille al que los sufre.

Enhorabuena a todos los que habéis luchado con vuestras vivencias personales como armas para lograr que esto suceda.

Es una buena noticia, dentro de poco el acosador será considerado un delincuente.

3 comentarios »

  1. yo fui una victima de mobbing y consegui la primera condena penal por mobing a una a administración concretamente a la generalitat de cataluña, pero el precio que pague fue excesivo,aun dandome la razon la justicia mi acosadora condenada penalmente fue ascendida, la generalitat la defendio y pago su abogado con dinero publico, ni siquiera la han expedientado, la conclusion es me alegra que penseis que una reforma del codigo penal es buena, no es que no haya leyes que castiguen, que si las hay, lo que ocurre es que la justicia en nuestro pais no funciona y todo esta podrido, si peleas con un politico da igual la razon ni la ley todo es comprable y al final el que pierde es aquel que como yo se gasta un monton de dinero, se lleva una buena enfermedad, y no pierde el trabajo porque cuando la cosa es tan evidente en algo hay que castigar, pero creerme no existen jueces valientes y honestos, las victimas de acoso seguimos estando desprotegidas y mas si quien te acoso tiene poder. un abrazo.

    Comentarios por decepcionada — febrero 17, 2010 @ 3:25 pm |Responder

    • Hola Josep:
      No puedo más que sentir la lamentable experiencia de viviste. De todas formas el cambio que supone tipificar de delito el acoso laboral es importantísimo; un primer gran paso para que la sociedad (incluidos los jueces) se tomen todavía más en serio este tipo de maltrato y sus consecuencias.
      Un abrazo y gracias por tu mensaje.

      Comentarios por Tudi Martín — febrero 17, 2010 @ 8:04 pm |Responder

  2. El problema es éste, precisamente éste. Demasiado a menudo la administración se muestra como parte, y parte interesada. No debiera serlo, no al menos con este carácter que, por un lado cobra protagonismo activo y por otro se diluye en el ámbito de lo de todos.
    Puedo comprender que en un primer momento, tras un juicio sucinto y aproximado de la situación, tome partido y se ponga al lado de las personas que en representación de sus órganos ejercen la potestad correspondiente. Pero habría que introducir algunos elementos, tanto de garantía de actuación como de corrección de las situaciones.
    De entrada sería sano y útil el considerar esa postura como susceptible de cambio por la fuerza y razón de lo que los hechos vayan sacando a la luz. No vale ese mantenerla y no enmendarla cuando se va significando que la persona que ostenta la potestad ha incurrido en error o es sujeto de conductas reprobables.
    Consecuentemente, y por puro respeto tanto a la moral como a la Ley, si después del proceso correspondiente la sentencia pone de manifiesto la incorrecta actuación de la persona que investida de la potestad correspondiente hizo un mal uso o abuso de la misma, no está bien ni entra en la esfera de la lógica que resulte personalmente indemne, que le salga de rositas semejante conducta. Tampoco tiene sentido que no se restablezca el derecho lesionado ni se indemnice a quién ha sufrido la injusticia. Por último, y esto la Ley sí lo recoge, a la Administración correspondiente le cabe la facultad (debiera ser obligación) de repetir, es decir, pasar al cobro a la persona implicada en los hechos que se condenan las consecuencias de su arbitraria actuación. No parece de recibo que los errores y desafueros de un jefe prepotente tengamos que pagarlos, en sentido literal, todos; y esto es lo que sucede cuando es la administración, de esos fondos que todos proveemos con nuestros impuestos, es quién corre con el abono de las indemnizaciones correspondientes.

    Hya que modificar, en parte la Ley, pero sobre todo hay que aplicarla, y hacerla desde el sentido común y la ética.

    Comentarios por Ramón — noviembre 20, 2010 @ 1:00 pm |Responder


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