Tiritando: una historia de acoso laboral

May 24, 2010

Mujeres ricas…y poco más.

Filed under: Pensando... — by Tudi Martín @ 11:08 pm

No todo lo que nos ha traído la crisis ha sido malo; el menor nivel adquisitivo nos ha obligado a pensar en lo que valen las cosas antes de comprar, no en lo que cuestan. El consumo ha pasado de ser impulsivo a ser consciente.

Ese cambio también ha hecho variar el paradigma de triunfador.

En España hacen últimamente en televisión un programa titulado “Mujeres Ricas”. En él se nos presenta a un conjunto de ociosas cuyas acciones, más que despertar envidia, son dignas de lástima (a pesar de que el objetivo del programa es el contrario).

Uno duda en si desternillarse o llorar ante escenas como la de una quinceañera interrogada por su madre sobre los planes para el día en la que la adolescente, tras dudar con la mirada perdida mientras sujeta una revista del corazón, responde “mmm…¡me haré las uñas!”. Ambicioso plan para un ser que debería estar lleno de vida e inquietudes.

Los programadores de televisión, anunciantes, jefes de marketing, creativos…deberían saber que las cosas no son como antes: lo que hace un par de años despertaba admiración ahora suscita carcajadas directamente proporcionales al coeficiente intelectual del espectador, y el espectador no es tonto.

1 comentario »

  1. Pobre niña rica, tan sólo tiene dinero.
    Y no se trata de una postura de «están verdes», como en la fábula de la zorra y las uvas, que esta vez el comentario va en clave de auténtico sentimiento de lástima.
    El dinero, por sí solo, no vale gran cosa. Es, desde luego, un poderoso medio para la consecución de todos aquellos objetivos que se cifran en la esfera de la inmediatez material; pero para hacerlo productivo en otros ámbitos, para que nos ayude a crecer, a saber, a ser mejores, no basta ni por sí sólo ni en sí mismo.
    Hay una cierta dualidad en parte perversa en todo cuanto se relaciona con la riqueza.
    Puede ser una plataforma, una escalera para alcanzar metas, para obrar cambios, para hacer acopio de recursos.
    Pero también puede ser la propia meta vacía, un sucedáneo de las auténticas conquistas, un cómodo y cerrado mundo en que hacerse las uñas puede llenar las horas de un día.
    Pobre chica, tan sólo tiene dinero… y el riesgo es que mientras se llena su cuenta corriente, se va quedando cada vez más vacía, siendo más inútil su propia vida.

    Comentarios por Sara — noviembre 23, 2010 @ 10:15 am |Responder


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